Un análisis sanguíneo es un examen médico que se realiza en un laboratorio a partir del estudio químico de una muestra de sangre. Todos nos hemos realizado alguno a lo largo de nuestra vida, pues forman parte de los controles sanitarios más habituales. Por lo tanto, un análisis de sangre es un procedimiento clínico en el que se estudia la composición de la sangre de una persona. Para ello, evidentemente, es necesaria una extracción, la cual se consigue usando una jeringa, que recoge la sangre de una vena del brazo. Normalmente se hace en las venas, aunque también puede hacerse con sangre arterial.
En resumen, un análisis sanguíneo es una técnica de diagnóstico en laboratorio que, a través de un análisis químico de la sangre, nos permite obtener información acerca del estado de salud general y detectar o, en caso de que ya haya sospechas, confirmar o rechazar la presencia de distintas enfermedades que se manifiestan con una alteración en la composición sanguínea.